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lunes, 10 de diciembre de 2012

Manifiesto dadaista

André Breton, 1924

"La anécdota histórica es de importancia secundaria. Resulta imposible saber dónde y cuándo nació DADÁ. A uno de nosotros les agradó ponerle ese nombre por su carácter perfectamente equívoco.
El cubismo fue una escuela de pintura, el futurismo un movimiento político: DADÁ es un estado de ánimo. Oponerlos entre sí revela ignorancia o mala fe.
El librepensamiento, en materia religiosa, no recuerda a una iglesia. DADÁ es el libre pensamiento artístico.
Mientras se haga recitar oraciones en las escuelas en forma de explicaciones de texto y de paseos en los museos, gritaremos contra el despotismo e intentaremos perturbar la ceremonia.
DADÁ no se identifica con nada, ni con el amor, ni con el trabajo. Es inadmisible que un hombre deje una huella de sus pasos por la tierra. 
DADÁ, no reconocimiento sino el instinto, condena a priori la explicación. Según él, no debemos guardar ningún control sobre nosotros mismos. No pueden afectarle más ninguno de estos dogmas: la moral y el gusto."

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