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sábado, 7 de septiembre de 2013

La sexualidad en el antiguo Egipto




Nut y Geb separados por Shu
A pesar de que pueda sonar extraño, en el antiguo Egipto se mostraba un fuerte interés hacia la sexualidad, de hecho el principio y origen del universo comienza con una fuerte carga sexual. 


Según la Teología Helipolitana, en un principio el mundo era un caos en el cual existía Atum (aquel que existe por sí mismo). En este caos emergió una elevación de tierra donde Atum se posó. Allí Atum con su propio semen creó una pareja de dioses, Shu, dios del aire y Tefnut, diosa de la humedad. De la unión de estos dos dioses nacieron Nut (diosa del cielo) y Geb (dios de la tierra), y separando a estos dos se interponía Shu impidiendo así su unión. Esta separación ocurre durante 360 días, y durante los cinco días restantes, Shu se distrae y la pareja puede engendrar.


Igualmente encontramos más mitología con referencias sexuales como ocurre con el mito de Osiris, que tras ser asesinado por su hermano Set, Isis y Neftis recorren el país en busca del cuerpo dándose aquí dos versiones una en donde no se encuentra su falo porque se lo comió un pez y se crea uno de oro y otra versión en donde si se encuentra y se lo cosen. Tras esto, Isis se transforma en pájaro y batiendo sus alas logra que el miembro viril de Osiris entre en erección engendrando de esta forma a Horus.


Dios Bes
Otros dioses también relacionados con la sexualidad son los dioses Min y Bes, ambos dioses de la sexualidad y la fertilidad. En el caso de Bes, era el protector de las mujeres embarazadas y de los niños pequeños, y ayudaba a prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Pero de la misma forma participaban en rituales para mejorar la fecundidad.


Esta sexualidad no solo se muestra en la vida de los dioses, sino que también vemos su reflejo en los ciudadanos. Es más que sabido que el faraón podía tener varias esposas, entre ellas su favorita, y aparte contar con un harén, pero en el caso del pueblo las familias estaban formadas por una pareja, y solo en el caso de los altos dignatarios podían contar con concubinas. Igualmente tampoco predominaba el incesto. Por otro lado los matrimonios podían ser acordados o por propio deseo de la  pareja, e incluso existía una especie de divorcio para algunas causas puntuales como podía ser el adulterio o el maltrato. También se conoce que en esta notable civilización ya existían algunos tipos de anticonceptivos, y que ya existía la homosexualidad, aunque no era común. 


Un ejemplo visible de toda esta sexualidad abierta se puede ver tanto en los grabados que podemos encontrar en las tumbas egipcias como en el famoso Papiro erótico de Turin, aunque realmente no se sabe su utilidad.

Fragmento del apiro erótico de Turin