Nut y Geb separados por Shu |
A pesar de que pueda sonar extraño, en el
antiguo Egipto se mostraba un fuerte interés hacia la sexualidad, de hecho el
principio y origen del universo comienza con una fuerte carga sexual.
Según la Teología Helipolitana, en un principio el
mundo era un caos en el cual existía Atum (aquel que existe por sí mismo). En
este caos emergió una elevación de tierra donde Atum se posó. Allí Atum con su
propio semen creó una pareja de dioses, Shu, dios del aire y Tefnut, diosa de
la humedad. De la unión de estos dos dioses nacieron Nut (diosa del cielo) y
Geb (dios de la tierra), y separando a estos dos se interponía Shu impidiendo
así su unión. Esta separación ocurre durante 360 días, y durante los cinco días
restantes, Shu se distrae y la pareja puede engendrar.
Igualmente encontramos más mitología con referencias
sexuales como ocurre con el mito de Osiris, que tras ser asesinado por su
hermano Set, Isis y Neftis recorren el país en busca del cuerpo dándose aquí
dos versiones una en donde no se encuentra su falo porque se lo comió un pez y
se crea uno de oro y otra versión en donde si se encuentra y se lo cosen. Tras
esto, Isis se transforma en pájaro y batiendo sus alas logra que el miembro
viril de Osiris entre en erección engendrando de esta forma a Horus.
Dios Bes |
Otros dioses también relacionados con la sexualidad
son los dioses Min y Bes, ambos dioses de la sexualidad y la fertilidad. En el
caso de Bes, era el protector de las mujeres embarazadas y de los niños
pequeños, y ayudaba a prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Pero de
la misma forma participaban en rituales para mejorar la fecundidad.
Esta sexualidad no solo se muestra en la vida de los
dioses, sino que también vemos su reflejo en los ciudadanos. Es más que sabido
que el faraón podía tener varias esposas, entre ellas su favorita, y aparte
contar con un harén, pero en el caso del pueblo las familias estaban formadas
por una pareja, y solo en el caso de los altos dignatarios podían contar con
concubinas. Igualmente tampoco predominaba el incesto. Por otro lado los
matrimonios podían ser acordados o por propio deseo de la pareja, e incluso existía una especie de
divorcio para algunas causas puntuales como podía ser el adulterio o el
maltrato. También se conoce que en esta notable civilización ya existían algunos
tipos de anticonceptivos, y que ya existía la homosexualidad, aunque no era
común.
Un ejemplo visible de toda esta sexualidad abierta
se puede ver tanto en los grabados que podemos encontrar en las tumbas egipcias como en el famoso Papiro erótico de Turin, aunque realmente no se sabe su utilidad.
Fragmento del apiro erótico de Turin |