“Vanitas vanitatum et omnia vanitas” (Qo 1,2)
(Vanidad de vanidades, todo es vanidad).
In Ictu Oculi, Valdés Leal, Hospital de la Caridad (Sevilla), 1672 |
Las vanitas son un tema
muy repetido a lo largo de la historia, siendo su auge en el barroco. Prácticamente,
el uso de este tema es para recordarnos que a todos nos llega la muerte y que
la muerte no discrimina a nadie, ni a clases sociales ni a razas, todos somos
iguales ante la muerte; es un memento
mori que nos recuerda que no hace falta acumular riquezas, saber o poder,
sino tener fe para poder salvarnos.
De esta forma, podemos
ver distintos símbolos representativos de las vanitas relacionado con la
fugacidad de la vida como son por ejemplo las flores, los frutos, espejos o burbujas,
los cuales son elementos perecederos y frágiles; el paso del tiempo como son los relojes; o los bienes materiales que dejamos en la tierra tras morirnos y los cuales no
tienen entonces ningún tipo de valor, como puede ser los objetos ricos o incluso
los libros, ya que el acumular conocimientos tampoco tiene valor en la vida
eterna. Pero sin duda el símbolo más característico es la calavera, símbolo de
la muerte.
La Danza de la Muerte, Hans Holbein |
Igualmente también
encontramos otras formas de representar lo antes mencionado y que hoy en día
todavía está en el imaginario popular, hablo de la Danza de la Muerte o Danza Macabra. Dicha
expresión surge en el siglo XIV, en las representaciones tanto líricas como
artísticas, podemos ver como la muerte danza con distintas personas de
distintas clases sociales mientras los arrastra a la tumba, por lo tanto es
otra forma de representar la universalidad de la muerte.
Esta representación de
la muerte ha sido reinterpretada muchísimas veces, ya sea en pinturas, poemas,
literatura actual o incluso en los medios actuales.